¡Atención personalizada!
¿Sabías que muchos emprendedores toman decisiones solo con lo que ven en su cuenta bancaria?
La contabilidad no es solo para cumplir con AFIP: es una herramienta poderosa para saber si tu negocio crece, se estanca o está en peligro.
En este artículo vas a entender, con ejemplos simples, cómo leer e interpretar los estados contables clave, incluso si no sos contador.
Los estados contables muestran cómo está tu empresa económicamente en un período determinado. Los principales son:
Estado de situación patrimonial
Estado de Resultados
Estado de Flujo de Efectivo
Estado del Patrimonio Neto
El balance muestra la foto del negocio en un momento puntual.
Activo: Todo lo que tiene la empresa (dinero, cuentas por cobrar, mercadería, etc.).
Pasivo: Todo lo que debe (deudas con proveedores, préstamos, impuestos por pagar).
Patrimonio Neto: Lo que realmente te pertenece (la diferencia entre lo que tenés y lo que debés).
🔍 ¿Qué mirar?
Si el pasivo es mayor que el activo, estás endeudado.
Si el patrimonio es negativo, la empresa pierde valor.
Este informe muestra el resultado económico del negocio en un período (mes, trimestre, año).
Ingresos: Todo lo que vendés.
Gastos: Costos operativos, sueldos, impuestos, servicios, etc.
Resultado neto: Ganancia o pérdida (ingresos - gastos).
🔍 ¿Qué mirar?
Si tenés ingresos pero igual perdés plata, hay que revisar los gastos o los márgenes de ganancia.
No siempre más ventas significan más ganancia.
Este informe muestra cómo entra y sale el dinero real (no facturas ni contabilidad: efectivo).
🔍 ¿Qué mirar?
Si ganás en resultados pero no tenés plata en caja, es un problema de flujo.
Sirve para anticipar si vas a poder pagar sueldos, alquileres o proveedores.
Porque aunque tengas un contador que te presente los informes, sos vos quien toma las decisiones. Si sabés leer tus estados contables, vas a poder:
✔ Saber si tu negocio está sano
✔ Tomar decisiones con base real
✔ Identificar pérdidas a tiempo
✔ Planificar inversiones o expansión
¿Sos emprendedora y no sabés cómo llevar la contabilidad de tu negocio? Tranquila, no estás sola. Muchas personas que inician un emprendimiento sienten lo mismo. Pero la buena noticia es que organizar tus números no tiene por qué ser difícil. Con algunos pasos básicos, podés tomar el control de tus finanzas y crecer con tranquilidad.
Este es el error más común: usar la misma cuenta para todo.
¿Por qué es un problema? Porque no podés medir resultados reales ni planificar con claridad.
¿Qué hacer?
Abrí una cuenta (bancaria o billetera virtual) solo para tu negocio.
Usá esa cuenta para ingresos, pagos y compras del emprendimiento.
Tené claridad sobre qué entra y qué sale cada mes.
Podés usar:
Una planilla de Excel
Aplicaciones como Treinta, Wibond, Wave o simples hojas de cálculo en Google Sheets
O delegarlo a un contador digital
El objetivo es que al cierre de mes sepas si tu negocio ganó, perdió o empató.
No gastes sin saber cuánto podés gastar.
El presupuesto te ayuda a:
Definir tus costos fijos y variables
Estimar cuánto necesitás vender para cubrirlos
Tomar decisiones con información real
Llevar bien la contabilidad también es clave para evitar multas y complicaciones legales.
Preguntate:
¿Estoy inscripta/o correctamente (Monotributo, Responsable Inscripto)?
¿Presento mis declaraciones juradas en término?
¿Estoy facturando como corresponde?
Un contador que trabaje de forma online puede ayudarte con todo esto de forma ágil y sin reuniones presenciales.
No alcanza con vender: hay que ganar.
¿Tu negocio es rentable?
Sumá tus ingresos totales
Restá todos los costos
Calculá el margen de ganancia
Esto te permite ajustar precios, reducir gastos innecesarios y planificar con más seguridad.
No necesitás ser experta ni saber de números para llevar bien tu negocio. Pero sí necesitás orden, método y una mano profesional que te acompañe.